28/02/2011 13:20 CEST - Rassegna internazionale

Il ritorno di Del Potro (Olé)

Ni un grito, ni un punetazo al aire para descaegarse. La forma de desahogo para Juan Martin del Potro fueron varios besos en su muneca derecha. Sì, la misma que el ano pasado lo marginò del circuito esta vez recibiò momos por su bien comportamento (…).

Si querìa continuidad, Delpo la iba a encontrar en Nordamerica, con rivales que le dieran ritmo y a los que tuviera posibilidades de vencer. Claro que también encontró casos excluyentes como Andy Roddick (8º) y Fernando Verdasco (9º), que fueron los únicos que pudieron derrotarlo. Los torneos de Rotterdam y Dubai, con gran cantidad de tenistas top 20, habrían sido un freno para él y sus necesidades de rodaje. Y en la gira latina de polvo, por una cuestión natural, no iba a poder explotar sus armas. Y la estrategia le dio resultado, fue el plan perfecto: sumó horas de tenis, ganó partidos, recargó confianza, logró un título y de estar casi 500 en el ranking hoy figurará dentro del top 100. No podía ser en otro lugar, ya que en esa superficie y especialmente en Estados Unidos obtuvo cinco de sus ocho títulos.

En la final ante Tipsarevic ( exhibió una notoria irregularidad y nunca ganó un torneo), Delpo no mostró su mejor versión: cometió muchos errores, pero su saque y los yerros de su rival lo mantuvieron en juego. En el primer set empezó 1-4 e hilvanó cinco juegos seguidos para ponerse en ventaja. Ambos jugadores parecieron nerviosos, el tandilense buscó aire y se le notó el cansancio acumulado las semanas previas. En el segundo, JM aprovechó el break conseguido en el quinto game y, con algo de sufrimiento en los juegos posteriores, se encaminó a celebrar el 8º torneo de su carrera. Una gira por las nubes, que sirve de puntapié para volver a ser. Es sólo el inicio.