26/09/2011 20:25 CEST - Rassegna internazionale

Martinez Sanchez imperatrice a Seul (Marca)

Llamadme oportunista si queréis. Lo soy (en este caso). Pero es que la victoria de María José Martínez en Seúl nos viene al pelo para comenzar a hablar de las féminas en este blog. Habrá muchas historias y variadas, pero la murciana se ha ganado ser hoy la actriz principal de este relato.

María supo que iba dedicarse al tenis cuando apenas tenía 6 años. Probó suerte en el club de tenis de su ciudad, Yecla, donde dio con su primer maestro y mentor, Andrés Escoda, quien la convenció para que considerara el deporte una profesión más que un hobbie. Si por algo siempre ha destacado la murciana ha sido por su capacidad de esfuerzo, tesón y sacrificio. Se sale por completo del estereotipo de tenista española. Es alta, zurda y referente del juego de saque y red. Su buen hacer le llevó aún siendo adolescente al CAR de San Cugat, donde entrenaba junto a Miguel Sánchez. Tras proclamarse campeona de España y ganar la prestigiosa Orange Bowl, a María le entraron dudas y pensó seriamente en dejar el tenis. Al final fue simplemente un final de ciclo que acabó con la protagonista en Valencia, donde pasó a compartir técnico (Gonzalo López) con su compañera y amiga Anabel Medina, con quien ganó sus primeros títulos en la disciplina de dobles. Fue una época difícil para María, que luchó contra viento, marea y una tiroides que no la permitió rendir como de ella se esperaba.

El 2004 fue un año para olvidar a nivel personal -se quedó embarazada y terminó perdiendo la criatura- y profesional, pues tuvo que retirarse momentáneamente de las pistas. Dicen que hay veces en la vida que hay que tocar fondo antes de volar a la cima y ese fue el punto de inflexión para María, que recuperó la sonrisa al volver a enfundar su raqueta. Volvió a mudarse a Barcelona para trabajar con el grupo de Karim Perona (hoy entrenador de Tommy Robredo), Víctor López y Alejo Mancisidor, con quienes aún está unida hoy laboralmente. De sus manos se ha guiado para conquistar el WTA Championships de Doha en dobles junto a Nuria Llagostera, el Premier de Roma el año pasado y esta temporada los torneos de Bad Gastein y Seúl.

Un triunfo, el de Corea, que deja muy a las claras la condición de 'todoterreno' de María, que dedicó la victoria a Juan Miguel Benedicto, alcalde de Yecla que murió hace tres semanas y del que la murciana era buena amiga.
María ha sufrido y sufre, como el resto de jugadoras de su generación, la pesada losa de verse comparada en cada éxito y tras cada derrota con Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez. Un error mayúsculo comparar épocas y más aún no valorar lo que está logrando la versión femenina de la 'Armada' de la que me considero fiel defensor. No se puede menospreciar el trabajo, el sacrificio y la calidad de la que María es buen ejemplo.